El periodo Cámbrico comenzó hace 540 millones de años y duró unos 55 millones más. En el registro fósil de ese tiempo aparecen repentinamente unos cincuenta grupos básicos de organismos, algunos tan conocidos como los trilobites, fenómeno que se ha venido en llamar explosión cámbrica. Muchos grupos se extinguieron después, otros se consideran antecesores de algunos actuales. Algo de aquella enorme riqueza biológica se ha revelado en yacimientos tan famosos como Burgess Shale, en Canadá, cuya extraña fauna fue comentada en el libro de Stephen Jay Gould "La vida maravillosa". Estos fósiles son especiales porque los organismos fueron enterrados por un deslizamiento submarino de limo muy fino que consiguió que se conservaran improntas de los tejidos blandos, algo excepcional. Esas condiciones de preservación, unidas a las docenas de miles de ejemplares encontrados han permitido restaurar el aspecto y a veces otras características de aquella lejana fauna.
Hoy les traigo la reconstrucción de Hurdia, uno de los grandes predadores de los mares cámbricos ya que tal vez superaba los 60 cm. Hurdia poseía ojos pedunculados, una boca circular dentada y branquias asociadas a una especie de aletas laterales. Lo más característico y "personal" respecto a otros géneros del filum es que tenía un caparazón en la parte anterior del cuerpo.
Su aspecto, el aspecto de cuando estaba vivo hace más de 500 millones de años, era este:
Figura tomada de Allison C. Daley et al., 2009, , Science, 20 March 2009: 1597-1600.
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