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Tuesday, March 3, 2009

Ciencia y no-ciencia

Déjà vu

Han visto ustedes que de vez en cuando hago un post comentando algunas afirmaciones tan extrañas que se sitúan incluso en la periferia de lo paranormal. O más allá. El más sorprendente para mí fue el dedicado a las entradas de a Tierra Hueca, una chifladura que, contra todo pronóstico, arrastra casi cien comentarios. Algunos de ellos me dejaron perplejo. Del mismo modo, la lectura de algunos blogs que en el saco de feeds tengo catalogados como "el lado oscuro" es igual de desconcertante. Para mí es un misterio cómo alguien puede creer que las psicofonías son mensajes del más allá, que Júpiter se ha encendido "en dimensiones superiores", o que las pirámides fueron construídas, obviamente, por extraterrestres. O incluso en las tres cosas a la vez.

Creo que la respuesta está en las reglas que se usan para diferenciar lo verdadero de lo falso y rebuscando entre el medio millar de entradas de este blog encontré una serie donde toqué este tema. Por aquello de que están perdidas en el pasado, resucito hoy la primera copiando una idea de Mangas Verdes: la serie déjà vu.
Hoy retomo la primera, algo retocada, que comienza con un comentario muy habitual cuando criticamos las pseudociencias:
En mi llana y modesta opinión, creo que muchos cientificos, en ocasiones, se deberían apartar un poco de la senda del empirismo y mirar un poco más lejos; y con esto no quiero decir que se crea todo, pero tampoco rechazar cualquier versión de cualquier cosa, sólo por no ser totalmente consistente desde un punto de vista científico.
No estoy cuadriculando a los científicos, lo que quiero decir es que muchos dicen que si no se puede probar científicamente, no existe o no es verdad.
La visión que muestra ese comentario es compartida por mucha gente que no conoce bien lo que llamamos "método científico" que, más que un método, es un conjunto de prácticas comunes a la hora de trabajar y de compartir el trabajo y sus resultados.
Empezaré comentando que la ciencia, en mi manera de ver las cosas, tiene un objetivo básico: aumentar el conocimiento colectivo y, con él, nuestra comprensión del mundo. Luego vendrán más cosas, el prestigio, el dinero, o lo que sea, pero eso es objetivo de los científicos, no de la ciencia.
El conocimiento es el conjunto de datos, hechos y relaciones entre ellos que se demuestran ciertos o convencionalmente ciertos. Y aquí viene el quid de la cuestión ¿cómo distingo la certeza de la falsedad? O ilustrado en ejemplos ¿por qué acepto que la malaria se transmite por la picadura de un mosquito, que trasfiere un protozoo de un animal a otro? Y en cambio ¿por qué no acepto que exista la telepatía?
Necesito herramientas que me permitan distinguir lo que debe incorporarse al conocimiento científico y lo que debe descartarse por no merecer credibilidad. Estas herramientas existen y, por decirlo muy simplemente, permiten asignar un valor de verosimilitud a hechos y teorías. Por ejemplo, si a mí me preguntan que verosimilitud (probabilidad de ser cierto) le asigno a la observación de un dinosaurio de 20 toneladas en el Lago Ness responderé que muy baja, próxima a cero. No la descartaré de forma absoluta porque ha habido casos de descubrimiento de especies que se suponían extintas, como el celacanto, pero el rechazo se refuerza porque la existencia del dino presenta otros problemas complementarios muy serios: a) 20 t son un bicho muy grande para haber pasado desapercibido hasta ahora, b) lógicamente, un sólo ejemplar no es viable en el tiempo y sería necesaria la presencia de una población de centenares de ejemplares para haber aguantado desde el cretácico hasta el presente, c) la comida que necesitaría una comunidad de bichos así no puede aportársela durante millones de años un lago oligotrófico como el mencionado, etc...


Es importante notar que el hecho es extraordinario no sólo porque implique a un dino de gran tonelaje sino porque, además, la presencia del bicho genera un cúmulo de problemas colaterales que entran en conflicto con conocimientos ya consolidados que abarcan desde la genética (la endogamia conduce a la extinción a medio plazo) a la ecología (la producción primaria de un lago oligotrófico no es algo arbitrario) pasando por la pura física (las aguas son muy frías y un bicho como ese entraría en hipotermia en pocas horas).
Por tanto, yo puedo creer que Nessie existe pero necesitaría un conjunto de pruebas muy sólidas que me expliquen cómo se han superado los problemas genéticos, ecológicos y fisiológicos mencionados. Si me las dan, no tendré problema en revisar todo el conocimiento que se haya refutado, es más, estaré encantado porque se abren horizontes apasionantes. Pero eso sí, mientras tanto seguiré asignando una verosimilitud infinitesimal al posible hecho.
Fíjense que en el párrafo anterior he evaluado la supuesta existencia de Nessie sólo en base a si encaja o no con el conocimiento existente. No encaja, luego la verosimilitud es baja. Esa es una de las herramientas de la ciencia. Eso sí, si un día muestran al dino en un pecera (grande) la revolución será extraordinaria. Por tanto, la prueba en este tipo de casos es simple: enséñame al dino porque si no lo haces seguiré considerando su existencia como altamente improbable.
La segunda herramienta de la ciencia es la posibilidad de someter una hipótesis a verificación. En todo aquello que no se pueda verificar experimentalmente la ciencia difícilmente entrará; no dirá que no existe, simplemente porque está fuera de su ámbito, que se limita a los hechos potencialmente verificables. Por ejemplo, la existencia de vida en Marte entra dentro del ámbito de la ciencia porque es susceptible de ser verificada. La telepatía también. Pero luego hay que atenerse a las consecuencias: si alguien defiende que la telepatía es un fenómeno real deberá diseñar un experimento que lo demuestre. Es más, si funciona el experimento la cosa no acabará ahí porque a continuación se iniciaría una línea de investigación donde deberían aclararse cosas como: qué tipo de energía se emite, cómo se codifica el mensaje, cuales son los mecanismos emisores y receptores y muchas cosas más relativas a la física y fisiología del hecho.
Pero si me piden que incorpore al conocimiento científico una energía que no se puede medir con aparatos y que no está sometida a ley física alguna, me dejarán que no lo haga, lo siento.
La telepatía fue investigada, cómo no, especialmente en el periodo posterior a la II Guerra Mundial. Era lógico dada la enorme transcendencia que tendría que un estado pudiera enviar mensajes de persona a persona sin acudir a encuentros físicos ni a medios escritos. Pero no funcionó a pesar de que hubo proyectos con financiación millonaria.
Y en ciencia, cuando alguien afirma que ha hecho un descubrimiento, a) debe probarlo, al menos razonablemente y b) debe dar información suficiente para que otros grupos puedan replicar sus logros. Si no lo prueba, su afirmación no será normalmente publicada en ninguna revista, la forma de comunicación básica de los científicos. Si la réplica fracasa será considerado, en el mejor de los casos, como un error de laboratorio y, en otros, como un fraude. ¿Ejemplo? El caso de la fusión fría (ver post Necesito creer).
¿Por qué critiqué la "noticia" de una huella humana de 5-15 millones de años hallada en Bolivia? Pues porque no encaja con el conocimiento existente sobre el origen del género Homo ni de la colonización de América, porque la roca no es la adecuada, porque no muestra efectos de erosión y porque la huella está aislada, no hay un rastro coherente. ¿Por qué doy credibilidad a la huella de 1.5 millones de años en Kenia? Pues porque pasa todo lo contrario; encaja y amplía el conocimiento existente, el sustrato es adecuado, hay un rastro...

Hay más herramientas para estimar la veracidad de las cosas pero esto ya es muy largo, las dejamos para otro día. Para rematar, vuelvo a las frases del comentarista del principio y le contesto: los científicos usan más herramientas que la experimentación, de hecho, muchas ideas nuevas se generan sin haber sido comprobadas mediante experimentos. En algunos casos la experimentación no existe, como en la matemática (si la aceptamos como ciencia) o va muy por detrás de la teoría, como en la física. Las cosas no se rechazan por ser parcialmente inconsistentes con el conocimiento existente, si fuera así no habría avances. Lo que pasa es que si se propone algo totalmente inconsistente quien debe probarlo es el que lo defiende.

Nota: revisando los comentarios de la Tierra hueca encontré éste: "las fotos y videos de la tierra hueca inexistente seran publicadas en enero 2009" (lo de "inexistente" era una ironía hacia mí). Estamos en marzo de 2009: otro profeta fracasado.

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