En una noche nuestro sueño pasa por fases alternantes de dos tipos diferentes: sueño REM (rapid eye movement) y sueño no REM (NREM) en ciclos de duración entre 90 y 120 minutos. En una noche solemos pasar por cuatro o cinco ciclos. La fase NREM se suele dividir en 4 etapas y la llamada SWS (slow-vawe sleep) incluye las dos últimas de sueño profundo.
La fase REM aparece al cabo de una hora o dos de sueño y se caracteriza por una actividad cerebral relativamente intensa.
La privación del sueño tiene graves efectos sobre la salud y estabilidad psicológica de la persona, motivo por el cual sigue siendo usada como método de tortura.
El más largo periodo sin dormir que se ha comprobado fehacientemente es de 264 horas (11 días). Fue el caso de Randy Gardner que con 17 años se sometió al experimento en 1965 sin usar fármacos. No tuvo secuelas aunque sí serios problemas durante la prueba, incluyendo lapsus de memoria, fallos de lenguaje, alucinaciones y paranoia (ver aquí).
Como siempre, hay quien ha experimentado más allá de lo prudente, aunque sea con ratas. Allan Rechtschaffen en la Universidad de Chicago mantuvo a ratas privadas de sueño. Los resultados fueron trastornos metabólicos, fallos en la regulación de la temperatura corporal y lesiones cutáneas. Tras dos semanas, las ratas murieron.
Otros comprobaron que la privación sólo de la fase REM del sueño también es mortal en ratas al cabo de cinco o seis semanas.
Se ha comprobado que la muerte por privación total de sueño se produce en muchos casos por septicemias. Algunos autores plantean que al cabo de dos o tres semanas se producen alteraciones en el sistema inmune que permiten infecciones generalizadas y mortales (discusión aquí).
Actualmente se piensa que dormir es necesario para reprocesar información visual y consolidar la memoria reciente pero, por lo poco que he leído, nada está definitivamente demostrado ni consolidado.
La mosca de la fruta duerme y se ha identificado un gen bautizado, previsiblemente, sleepless, que es necesario para el sueño en esa lejana pariente. Este gen codifica una proteína de nombre impronunciable cuya pérdida ocasiona una drástica reducción del sueño (mayor del 80%).
Estos modelos "simples" de nuestro sueño no son, sin embargo, fiables ya que el sueño en ambos casos parece muy diferente: sólo las aves y los mamíferos tienen las fases REM y SWS en su sueño. El resto de animales, incluyendo otros vertebrados, carecen de ellas.
Se ha propuesto que las fases REM y SWS son respuesta a las grandes necesidades de procesamiento de información espacial y visual, memoria y aprendizaje de los cerebros más complejos. Durante esas fases del sueño el cerebro procesaría la información del periodo de vigilia y se prepararía para abordar otro nuevo y complejo día de sensaciones. Otros animales con menos "entrada" de estímulos e información no necesitarían estas fases específicas y tendrían un sueño cualitativamente diferente.
Descanso en la construcción del GE Building en Nueva York. Foto de Charles C. Ebbets, 1932)
Ni siquiera el sueño sin fases REM ni SWS es algo universal. Incluso entre los vertebrados los hay que no duermen nunca. Entre ellos están algunos ejemplos más bien exóticos como los peces ciegos habitantes de las cuevas. En este caso, la ausencia de información visual haría innecesarios esos periodos de procesamiento.
Otros casos son mucho más comunes: peces que viven en cardúmenes y que están en movimiento continuo y coordinado. Se ha planteado que la ausencia de sueño en estos casos se debe a que este tipo de comportamiento reduce drásticamente las necesidades de procesamiento visual y, en general, sensorial. Por un lado, el comportamiento común en movimientos puede estar casi automatizado, sin intervención de procesos de decisión más complejos. Por otro, el entorno de aguas pelágicas es muy homogéneo y sin elementos diferenciados (no sería así en un arrecife, por ejemplo) por lo que los individuos apenas necesitan memoria ni procesamiento de información de su entorno.
Los trastornos del sueño son comunes. El caso extremo lo constituye el llamado insomnio familiar fatal, una enfermedad provocada por priones (1 y 2) que provoca un insomnio progresivo e intratable. La ausencia de sueño acaba por provocar la muerte previos síntomas similares a los de Randy Gardner: ataxia, hipertermia, alucinaciones...
Son las seis de la mañana y llevo tres días durmiendo mal, algo inusual en mí ¿qué mejor tema para estas horas de escasa concentración y cansancio?
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