¿Han leído por ahí que un estudio revela relaciones entre el uso de teléfonos celulares y cáncer cerebral?
Bueno, pues a pesar que que ha salido (cómo no) por todos lados y con gran algarabía, por el momento olvídenlo porque ese estudio tiene problemas, muchos problemas. La "noticia" es, en principio, alarmante: el uso de los teléfonos móviles incrementa el riesgo de ciertos cánceres cerebrales entre un 60% y un 100%. Pero la cosa no es tan simple. Es más, posiblemente no sea siquiera cierta.
Repasemos: aparentemente la noticia fue publicada en Le Soir bajo el definitivo título Le GSM est cancérigène. Parece que ese artículo ha sido luego copiado por varios diarios sin mayores precauciones ni precisiones. En Le Soir dicen que se trata de los primeros resultados de una "gran encuesta epidemiológica" (es falso) y que se ha encontrado que el riesgo de cáncer aumenta tras usar 10 años el teléfono móvil de forma "intensiva" (lo vemos después). Luego avisa de que son resultados preliminares que deben ser aún confirmados tras tener en cuenta algunos "sesgos probables". Insisten al final otra vez en que estos resultados deben ser interpretados "con reservas" hasta que se confirmen (o no, digo yo) en el 2009.
Luego, rebuscando un poco más allá que los diarios encontramos pistas sobre el gran mejunje que se está montando. Resulta que el estudio existe (punto importante y que era mi primera duda) y no es una novedad aunque se venda como tal. Se llama Estudio INTERPHONE y lleva haciéndose 10 años con un coste de 15 millones de euros y con la intervención de equipos de trece países (1). INTERPHONE está coordinado por la International Agency for Research on Cancer (IARC) y comenzó en 1998-1999.
El objetivo principal del estudio era analizar si la exposición a la radiación electromagnética de los teléfonos móviles está asociada a un riesgo de cáncer. La población analizada fueron personas entre 30 y 59 años y la fuente de información fue una entrevista personal, a veces telefónica, a veces escrita. En esta entrevista se intentó saber la intensidad del uso del móvil en los últimos 10 años, duración y frecuencia de las llamadas, en qué entorno se hicieron (rural, urbano, suburbano), si a pie o en coche, con auriculares o no... Más detalles están disponibles en este trabajo:
Elisabeth Cardis et al., 2007, The INTERPHONE study: design, epidemiological methods, and description of the study population, Eur. J. Epidemiol., 22: 647–664.
Los datos estuvieron disponibles ya en en septiembre de 2004. ¿Qué ha pasado para que no haya una publicación conjunta? Pues que los investigadores de los diversos grupos no se ponen de acuerdo en lo que sale. La pista pueden darla dos publicaciones donde sí se dan los resultados de INTERPHONE para dos países: Alemania y Suecia.
Schuz, J. et al., 2006, Cellular phones, cordless phones, and the risks of glioma and meningioma (Interphone Study Group, Germany), Am. J. Epidemiol., 163(6): 512-520.
Lönn, S. et al., 2005, Long-term mobile phone use and brain tumor risk, Am. J. Epidemiol., 161(6): 526-535.
Lo esencial es que ninguno de los dos estudios encuentra relación ni incremento de riesgo entre el uso de teléfonos celulares y cánceres cerebrales. En el caso de Alemania y sólo para usuarios con más de 10 años de antigüedad, el riesgo parece crecer pero el intervalo de confianza es enormemente amplio y da una probabilidad mayor del 5% de que los resultados sean debidos al azar. No es sorprendente porque el número de casos en esta categoría es de solamente 12 (doce) y donde aparecen, lógicamente, diversos estatus socioeconómicos, edades, usos más o menos intensos del teléfono...
Actualización: he encontrado la síntesis de los resultados de INTERPHONE. Hay 8 publicaciones (incluyendo las dos anteriores): Dinamarca, Suecia, Alemania, Gran Bretaña, Noruega, "países nórdicos", Francia y Japón. Los resultados son:
- glioma: ningún resultado significativo (8 artículos para 7 países y "nordic countries").
- meningioma (tumor normalmente benigno): ningún resultado significativo (7 artículos para 6 países y "nordic countries").
- neuroma acústico: ningún resultado significativo (6 artículos).
Hace años trabajé un poco en epidemiología y de aquella experiencia primigenia saqué un escepticismo galopante sobre este tipo de trabajos: son muy difíciles de hacer bien. Éste, en concreto, es probablemente imposible de hacer bien con el diseño que han usado. Me explicaré.
Lo primero a cuestionar es la selección de personas, que no es aleatoria. De las elegidas un porcentaje relativamente grande (un 30 o 35%)rechazó participar ¿muestran algún sesgo y, por tanto, distorsionan la muestra restante? No se sabe. Lo segundo es intentar saber el uso del móvil por recuerdos de los sujetos, algo imposible de validar y, por tanto, otra fuente de sesgo incontrolada. Luego están otros factores potencialmente influyentes y que aparentemente no se han controlado: dieta, ambiente, contaminación, estrés... por no hablar de edad o de factores genéticos. Finalmente, que la prevalencia de estos cánceres no es muy elevada por lo que es difícil conseguir muestras grandes y consecuentemente la fiabilidad de los resultados se resiente.
Cuando se ha hecho un control parcial de sesgos los resultados han sido preocupantes. Por ejemplo, aquí se compararon datos de las entrevistas con datos de las compañías telefónicas durante dos años. El resultado fue que los sujetos infravaloraban el número de llamadas en un 20% y sobrevaloraban su duración en un 40%. Imaginen cuando se piden datos de seis, ocho o diez años atrás...
Aunque no he encontrado confirmación clara, de lo leído sospecho (es sólo una sospecha) que hay equipos que quieren ampliar el tamaño muestral agrupando países como si fueran un conjunto homogéneo. Dado que los estudios por países individuales no muestran relación significativa, tal vez uniéndolo todo salga algo. Esto es posible sólo si todo se ha hecho igual, si las prevalencias son similares (¿hay los mismo porcentajes de cánceres en Japón que en Israel o Canadá?), si el resto de los factores ambientales potencialmente influyentes son iguales. Y eso no parece ser así.
Conclusión: que nada de nada, todo este barullo no es, de ninguna forma, una noticia. Cabe la posibilidad de que los móviles sean perjudiciales, o tal sólo su uso abusivo, o tal vez nada en absoluto, pero este estudio no nos lo va a decir.
(1) Alemania, Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Gran Bretaña y Suecia.
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