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Sunday, August 26, 2007

¿Vida inorgánica?

Estos días se ha levantado cierto revuelo en internet sobre un trabajo publicado en el New Journal of Physics. La referencia concreta es la siguiente:

Tsytovich, V.N.; Morfill, G.E.; Fortov, V.E.; Gusein-Zade, N.G.; Klumov, B.A.; Vladimirov, S.V., 2007, From plasma crystals and helical structures towards inorganic living matter, New J. Phys., 9(8): 263-274.

El artículo puede descargarse completo en el enlace del título ya que la revista es de libre acceso.

El meollo de la cuestión es que Tsytovich y colegas dicen que han encontrado estructuras en el polvo espacial que tienen propiedades que asignamos a la "vida". La noticia ha dado lugar a comentarios como, por ejemplo, este:

Hallan en partículas inorgánicas de polvo espacial todas las propiedades de la vida

¿Puede la vida extraterrestre florecer a partir de pequeñas partículas inorgánicas de polvo interestelar? Esa es la pregunta que atormenta a los investigadores después de haber realizado un descubrimiento, cuando menos, intrigante: una serie de estructuras procedentes del espacio exterior que, a pesar de no estar basadas en el carbono, tienen características muy parecidas a las mostradas por las moléculas orgánicas que aquí, en la Tierra, dan sustento a la vida (ABC.es)

Normalmente, los noticieros y los blogs se han limitado a repetir la noticia con más o menos detalles. Pocos se han decidido a comentarla, de hecho sólo he encontrado a uno, Juan José Ibáñez, en cuyo blog aprendo mucho de edafología. Juanjo elabora dos posts (uno y dos) donde se muestra estusiasmado con los descubrimientos y se extraña de la poca repercusión del trabajo al menos en nuestro país. "¿Somos tan paletos?" pregunta.

Creo que no o, en todo caso, yo soy uno de ellos porque no me entusiasma la publicación de Tsytovich y colegas por los motivos que expondré después. Vaya por delante que el tema básico entra completamente en mi amplio campo de incompetencia pero hay cosas que creo que pueden ser comentadas a pesar de todo. Intentaré explicar primero la cuestión en términos generales extrayendo fragmentos del resumen:

Toda la vida terrestre está basada en el carbono y sus compuestos y no conocemos excepción a eso. Tsytovich et al. dicen que conjuntos de partículas en plasmas complejos pueden autoorganizarse de forma natural formando estructuras helicoidales con propiedades que suelen usarse para definir lo que llamamos "vida". Estas estructuras interactúan mostrando propiedades termodinámicas y evolutivas exclusivas de la materia viva. Por ejemplo: bifurcaciones que actúan como "marcas de memoria", autoduplicación, tasas metabólicas en un sistema termodinámico abierto... Y concluyen que estas estructuras poseen todas las propiedades necesarias para calificarlas como "vida inorgánica" con posible existencia en el espacio.

Verán que la cosa es muy fuerte. De hecho Tsytovich y colegas mencionan al final del artículo que la vida inorgánica tal vez haya "inventado" la orgánica.

En fin, asumiendo el riesgo de columpiarme y de romperme la crisma, al menos seré sincero: mi impresión es que Tsytovich y colegas han hecho un artículo que no es mucho más que una elucubración.

La primera cuestión, esencial, es que los autores no han descubierto nada real. La noticia no existe tal como se plantea. Los resultados que presentan no responden a observaciones reales sobre la materia sino a simulaciones realizadas con un ordenador. Ya he manifestado antes en otros posts de este blog que las simulaciones no tienen valor de demostración. Como mucho, son prospecciones sometidas a los riesgos inherentes a los modelos, cuya relación con el objeto real debe ser comprobada, cosa que no se ha hecho en ese trabajo.

La segunda cuestión, tampoco banal, es que no hay evidencia de que las estructuras reales tengan las propiedades que aparecen en algunas de las simulaciones. De hecho, ni siquiera me queda claro que la existencia de estructuras helicoidales iguales a las simuladas esté confirmada.

Y la tercera cuestión es sobre la transmisión de información contenida en las estructuras helicoidales, cuestión que sería esencial para hablar de "vida". Según los autores, las estructuras pueden tener "bifurcaciones" —dos estados de diferente diámetro― cuya secuencia podría codificar información. Pero hasta donde entiendo, no se ha demostrado que contengan información alguna y mucho menos que esa información sea relevante para una posible replicación y éxito en un mecanismo de competencia tampoco descubierto.

Creo que con cualquiera de esas tres objeciones la espectacularidad de algunos titulares y declaraciones del autor principal quedan algo aguadas. También quiero comentar un detalle que creo manifiesta un deseo de llamar la atención algo fuera de lugar: se insiste que las estructuras helicoidales son "similares a las del ADN".

"Similar al ADN" es una frase espectacular pero gratuita ¿similar en qué? Pues de lo leido, la "similitud" no es más que formal y relativa al aspecto helicoidal ya que lo poco que comentan sobre la posible replicación, además de ser puramente especulativo, no tiene nada que ver con lo que se conoce del ADN, su estructura y su funcionamiento. Eso sí, llama la atención. Pero además ¿sería realmente relevante esta similitud? Según ellos, estamos hablando de "vida" esencialmente diferente de la conocida hasta ahora por lo que, al menos en mi opinión, la estructura replicante podría tener cualquier forma siempre que se mostrara su funcionalidad para el objetivo de la replicación —cosa que aquí no se ha producido—. Que fuera o no helicoidal no añadiría ni quitaría verosimilitud. Por cierto, el ADN es una molécula y nadie hasta donde conozco le atribuye la propiedad de estar viva como pretende Tsytovich con sus hélices.

En fin, que mi impresión del artículo es que los autores se han dejado arrastrar por un estusiasmo que no parece justificado por lo que describen. Seguramente esté yo equivocado, el tiempo lo dirá, pero hay un tufillo a amarillismo científico que debería disiparse. Mientras tanto, no parece que haya habido reacciones al trabajo salvo las repetitivas notas de prensa y blogs. A ver si en los próximos números de New Journal of Physics se abre algún debate o todo se diluye en un vórtice de polvo virtual.

Para terminar, quisiera dejar claro que no tengo mayores razones para negar la posible existencia de vida extraterrestre ni, supuesta ésta, de vida no basada en el carbono. Es una de esas posibilidades sobre las que no existe evidencia ni a favor ni en contra por lo que afirmar o negar carece de sentido.

Nota: el artículo parece basarse en las observaciones de The Plasma Crystal Experiment que se lleva a cabo en la Estación Espacial Internacional con el objetivo de estudiar el comportamiento del plasma en condiciones de microgravedad. Tsytovich no parece pertenecer a este grupo aunque alguno de los coautores sí.

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