Pues eso, hace unos pocos días han aprobado en el Congreso de los Diputados las reformas a la Ley Orgánica 6/2001 de Universidades.
La verdad, sólo encuentro interesante el cambio en las pruebas de acceso al funcionariado (Profesor Titular y Catedrático) que se desarrolla en los artículos 57 y siguientes.
Este cambio es un reconocimiento del fiasco que supuso el método anterior, que metió a tribunales y aspirantes en una dinámica absurda que era, a todas luces, insostenible tanto por motivos económicos como personales. La nueva fórmula es mucho más ligera en su primera parte ya que la acreditación se consigue a través del curriculum vitae. Falta saber si los méritos necesarios se establecerán con claridad o se seguirá el método oscurantista de las actuales acreditaciones para las diversas categorías de profesor contratado.
La segunda parte, un concurso de acceso en cada universidad que oferte una plaza, es una vuelta a los métodos de Juan Palomo (yo me lo guiso, yo me lo como) de la antigua LRU ya que la forma del concurso queda en manos de cada universidad lo que no es precisamente una garantía de igualdad de oportunidades. Realmente, para este viaje no hacían falta estas alforjas.
El resto no es más, en una lectura rápida, que un conjunto de retoques intranscendentes para un cambio en profundidad que no parece interesar a nadie. Mientras la cosa empieza a debatirse aquí tienen el texto con las modificaciones.
No comments:
Post a Comment