Hace unas semanas critiqué la propuesta de Jaime Lamo de Espinosa, catedrático de economía en la UPM y ex-ministro. En el post
Confundiendo valor y precio: vendamos el patrimonio natural me hice eco de su peculiar idea para ponerla de vuelta y media. Parecía una chifladura, una ocurrencia de alguien a quien le importa un bledo la conservación de lo poco que queda en este país de ecosistemas naturales, alterados pero aún valiosos. La mala noticia es que a algún político de Gran Bretaña se le ha ocurrido lo mismo y parece que va a llevarlo a cabo.
Hoy leo en adn.es:
El Gobierno británico proyecta vender parte de la masa forestal del país como medida para reducir el déficit. La ministra para el Medio Ambiente, Carline Spelman, anunciará próximamente el plan para deshacerse de aquí al año 2020 de aproximadamente la mitad de las 748.000 hectáreas de bosques de las que se ocupa actualmente la Comisión Forestal. [...] Según el periódico, la legislación por la que se rige actualmente la gestión de los "bosques antiguos" como el de Dean o el de Sherwood, será seguramente modificada de forma que las empresas privadas puedan proceder a la tala de árboles.
La
noticia aparece en Telegraph.co.uk y debería servir como mínimo para plantearnos algunas cuestiones sobre la responsabilidad de los políticos. El problema es que políticos con cargos efímeros toman decisiones irresponsables que generan efectos difícilmente reversibles sin que se les pueda exigir responsabilidad alguna.
|
Bosque de rebollo (Quercus pyrenaica) en el Norte de Extremadura |
No comments:
Post a Comment