Hoy se junta todo. Se veía venir pero también es mala suerte que no hayan pasado un par de meses entre unas cosas y otras, aunque sólo sea para diluirlas. Por eso les pido indulgencia por decidirme hoy a escribir movido por una pataleta.
Por un lado me bajarán el sueldo el mes que viene. Un 7% dicen. Insisto en que no me quejo porque gasto menos de lo que gano, pero claro, esperaba algún gesto complementario.
El gesto ha llegado: Cajasur está en quiebra. No por la crisis exactamente sino porque durante años ha tenido unos administradores que se aliaron con constructores y promotores urbanísticos concediéndoles créditos sin ton ni son. Los créditos no han sido devueltos y Cajasur perdió, sólo en los tres primeros meses de este año, 114 millones de euros a añadir a los 600 del año anterior.
Cualquier persona sin conocimientos de economía, como yo, pensaría que esa entidad declararía quiebra, que los culpables de la catastrófica administración irían a juicio y que los propietarios pagarían el desaguisado mediante embargo de sus propiedades. Pero claro, como no se de economía me ha sorprendido la reacción del Banco de España: a Cajasur se le "inyectan" de forma inmediata 550 millones de euros, en una buena parte (un 70% he oído hoy) procedentes del erario público. Como curiosidad, es lo que yo ganaría con mi sueldo actual en los próximos 20000 años (más o menos) y un tercio de lo que no se pagará a los jubilados el próximo año.
El problema es que, además, no será suficiente. La magnitud del agujero no se hace pública pero se oyen cifras entre los 1500 y 3000 millones de euros. Eso para una caja de ahorros que supone apenas el 0.6% de la banca española.
A los administradores se les abre un expediente (me da la risa) y la Iglesia Católica sigue siendo la propietaria de la Caja porque lo único que ha perdido es la capacidad de gestión. Para lo que hacían igual les viene hasta bien, ahora les administran gratis y sin duda mejor. Eso sí, los nuevos no llevan sotana ni actúan "movidos por la ética que brota del Evangelio" (Demetrio Fernández, obispo de Córdoba).
¿Dónde está el dinero prestado a manos llenas? Porque el dinero no se destruye, sólo cambia de manos y, ya que no se ha devuelto, alguien lo tiene fraudulentamente. ¿Se les buscará para pedirles cuentas? No se molesten, es una pregunta retórica.
Según don Demetrio, obispo, los administradores eran perfectamente competentes (!) y "los mejores curas que tenía de diócesis". Al menos propone la solución: "nos queda rezar y pedir al Señor que la situación se resuelva bien y lo antes posible". Muy propio.
Mientras tanto, creo recordar que por el mero hecho de ser parlamentario durante 7 años tiene usted una pensión vitaliciada asegurada. Si se llega a los 11 años de parlamentario se garantiza el cobro de la pensión máxima. El resto deberíamos cotizar 35 años y los últimos 15 con la base máxima. Eso no lo han tocado todavía. Tampoco los impuestos a las rentas más altas (lo harán "en el momento oportuno" dicen). Tampoco las subvenciones a los partidos, sindicatos y patronal. Tampoco la pensión del anterior director de Cajasur, Miguel Castillejo, sacerdote, que cobrará durante el resto de su vida y algo más unos 250000 euros anuales. El obispo, con mucha razón, sonríe y sigue sin pagar el IBI.
Nota: esta entrada no tiene comentarios porque es solo un improperio. Será más eficaz que tomemos medidas en las próximas elecciones (si es que hay alguien a quien votar).
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