A las 3 PM de cada día viajaré a un lugar elegido aleatoriamente desde donde enviaré un mensaje vía Twitter preguntando a la gente sobre sus impresiones acerca de donde estoy. Treinta minutos después enviaré otro mensaje con la dirección de una página web con fotografías de cinco lugares: uno de ellos es de mi localización en ese momento. Deben recordar las imágenes o pensamientos que les vinieron en los últimos 30 minutos y votar qué lugar es el auténtico. Si hay una mayoría que eligen el lugar correcto el ensayo habrá tenido éxito. Las pruebas se realizarán el martes, miércoles, jueves y viernes de esta semana. Tres o más éxitos en el conjunto de las cuatro pruebas se interpretarán como apoyo a la existencia de percepción extrasensorial. Como control haré hoy un ensayo informal a las 3 PM".El responsable del asunto es Richard Wiseman un profesor de la Universidad de Hertfordshire (GB) que se ha dedicado con cierta frecuencia a trabajar con paranormalidades varias. El control se realizó ayer, lunes y hoy, a las 15 h, comenzó el espectáculo. Si quieren participar los próximos días usen este enlace.
Ahora un poco de análisis. En primer lugar, reconoceré que usar Twitter para este tipo de cosas tiene su gracia pero poco más. Y en segundo lugar insistiré en que todos los experimentos que se realicen para intentar detectar cualquier tipo de PES deben estar cuidadosamente diseñados. Este no es el caso. ¿Cuáles son los problemas? A mí se me ocurren algunos, por ejemplo:
- Puede participar cualquiera cuando lo lógico sería que sólo participaran aquellos que afirman tener PES (para ello habría que cambiar el diseño del experimento). Fíjense que esto va en contra de la detección de PES (hago aquí de abogado del diablo) ya que la señal, de existir de forma minoritaria, quedaría oculta por el ruido.
- La "prueba de control" del lunes no vale para nada: si hay PES la hay también para esa prueba.
- El diseño es innecesariamente complejo ¿pará qué viajar físicamente a ningún sitio? ¿Para qué una adivinanza y luego unas fotos? Yo propondría una alternativa más simple y más "ciega": a una persona se le presentan 500 sobres cerrados con números que van del 0 al 499 convenientemente mezclados, de ellos selecciona 30 y los apila como le venga en gana. Sujetos con una gomita para que no pierdan el orden son encerrados bajo llave en una caja fierte a la vista de todos. Sólo entonces se pide por Twitter que la gente envíe una secuencia de 30 números separados por comas durante la siguiente hora. Recibidas las secuencias se abren los sobres y se comparan los mensajes con la secuencia elegida. ¿Difícil? No para uno que tenga PES, supongo. La cuestión está en que así aseguramos que nadie sabe la secuencia de números elegida hasta que se abran los sobres al final de la prueba.
- Ante la falta de un protocolo detallado, las manipulaciones en la prueba planteada son posibles y ya no estamos para confiar en nadie: ¿quién va a saber el destino cada día? ¿lo saben los que van a analizar los mensajes de Twitter? En definitiva ¿asegura el protocolo que no hay trampa, incluso por gente ajena al experimento? Lo digo porque, ante el anuncio público, ya me imagino a Wiseman con media docena de listos intentando seguirle cada tarde. ¿Exagero? Tal vez. O tal vez no.
- La estadística tal como la plantea Wiseman queda indefinida. Debe ser una norma obligada ante cualquier experimento, especialmente de este tipo, especificar con absoluta claridad cuales son las hipótesis nula y alternativa y cómo se va a valorar. Las improvisaciones de última hora son siempre indeseables.
Actualización: el experimento ha finalizado y en su blog están los resultados, por el momento sin cifras.
Complemento: Andrés Diplotti lo tiene claro en La pulga snob de esta semana.
Enterado vía: Bad Science.
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